Termina el ciclo Peñalosa
Ya empezó el conteo regresivo para que los actuales alcaldes y gobernadores del país se hagan a un lado, entreguen sus mandatos y den paso a una nueva administración. Quedarán gestiones para recordar, unas sobresalientes, que apenas sí cumplieron, y otras, no solo impopulares sino ineficientes. Eso depende de la perspectiva, ideología y expectativa de quienes los eligieron.
En esta ocasión me enfocare en analizar lo que nos deja la gestión de Enrique Peñalosa en su segundo mandato de la capital. En mi caso particular, puedo expresar, con agrado, esta frase que me sale con total satisfacción: ¡por fin termina la alcaldía de Peñalosa!
A pesar de que en diferentes medio se habla de importantes avances en materia ambiental, social, en seguridad, proyectos viales, salud y para ponerlo en cifras precisas, la página bogota.gov.co hace un resumen mostrando estos items: “ se redujo en un 25 % la tasa de homicidios con respecto a 2015, se han tapado más de 400.000 huecos en los últimos 3 años, se han sembrado 270.000 árboles, un promedio de 245 diarios y 10 por hora, se han mejorado 1.020 parques, se han entregado 17 colegios entre nuevos y reconstruidos”, los ciudadanos parecen no haber visto nada de esto, de allí la estrategia de crear la campaña, “impopulares pero eficientes”, casualmente, alguien eficiente es impopular y tiene un alto nivel de desaprobación.
Evidentemente, termina haciendo un esfuerzo excesivo por mostrar avances en sus obras, por cerrar contratos.
Pero, todas esas obras y avances ¿en dónde están?, siempre que me movilizo en la capital, veo lo mismo, veo los mismos cráteres en las avenidas y calles. ¿En dónde estarán esos árboles?, será que los problemas en los parques, Bosque de San Carlos y el Japón, solo por poner dos ejemplos, fueron por sembrar árboles, aunque admito que lo árboles de cancha sintética de este último, si tienen una gran función, la de arqueros y defensas, jugadores tan habilidosos como los del equipo del que es hincha. De los 62 colegios, entre nuevos y reconstruidos que prometió en su campaña, entrega 17, esa debe ser la eficiencia de que tanto habla.
De lo que sí puedo dar fe, es que su legado prevalecerá, buses Volvo brasileños tipo Euro V, de motores diésel, que ya no se utilizan en los países que cuidan la salud de sus habitantes. Puedo dar fe, de que, si antes abusó con sus miles de bolardos, ahora repitió la misma historia con la gran lluvia de canecas relucientes que cayó sobre Bogotá, y las otras no tan brillantes, pero, grandes, muy grades. Una eficiente forma de desperdiciar los escasos recursos de la ciudad, ya que estas salieron por un poco más de $150.000 millones, eso sin contar la contaminante publicidad visual que pone en cada 3 postes de la ciudad.
Además, es que sí, invirtió en los parques, ahora son más grises, las canchas de asfalto son azules, supongo que en ese color se juega mejor, y las canchas que fueron de césped natural, ahora son sintéticas.
La peatonalización de la Séptima iniciada por Petro y culminada hasta la Avenida Jiménez se ha tardado cuatro años para alcanzar la calle 24, bajo la impopularidad, pero eficiencia de Peñalosa, y está a años luz de ser terminada. ¿Habrá que mencionar que son varios los comerciantes que han tenido que cerrar sus negocios por las incesantes obras y avances?
Se irá dejando un mar de dudas, por mencionar algunas: las Irregularidades en el contrato de semáforos; en algunos lugares de la ciudad hay uno cada 500 metros, casi que un semáforo cada intersección. Como ya lo había mencionado, el presunto despilfarro en el contrato de las canecas recolectoras de basura. El caso Miguel Uribe, su pupilo, quien, mientras ocupaba el cargo de secretario de Gobierno, contrató en su equipo de trabajo a su amigo personal Óscar Berardinelli, quien luego resultaría denunciado por ser el presunto líder del cartel de los bares y restaurantes que funcionaba en la capital y, por último, la poco transparente forma en la que se licitó el Metro.
si hay algo que abonar alcalde saliente es; la renovación de parques antes abandonados al micro tráfico de drogas y el empoderamiento de los ciclistas (aunque las ciclo rutas no estén en su mejor estado).
Lo cierto es que le ha faltado, ¡no! le faltó visión a Peñalosa para hacer que la ciudad sea de todos, con vías más amplias, con modos alternativos de transporte que logren descongestionar un poco el caótico tráfico, construir más zonas verdes, dejar de quejarse y culpar la pasada administración y, sobre todo, proteger la salud pública.